Este blog Entrenando a mi dragón nació de una visión y de una declaración durante un entrenamiento de transformación y expansión del ser.
Así que hablemos de esto un poco; sobre transformación, sobre la consciencia, la elección, atravesar, el hacerme cargo, entre otras….
Hoy elijo compartirte algo que seguramente te aportará valor. ¡Aquí vamos!
Desde que entré por primera vez a una sala (2018) sentí un llamado y ya nada volvió a ser igual.
En mi cabeza hubo mucha resistencia al comienzo porque era algo totalmente nuevo para mí, sin embargo, en un momento crucial durante el primer entrenamiento, todo se silenció y entonces algo ahí dentro de mí literal en el pecho vibró más alto; fue cuando mi corazón tomó las riendas y eligió en esa ocasión.
Durante este tiempo, he logrado pulirme y sobre todo quitarme capas, romper la armadura para que entre luz, valentía, amor y riesgo.
Y aunque soy consciente de que no voy ni por la mitad y que es un camino hasta la tumba, creo que valoro mucho el atreverme a dar el primer paso y salto de fe que hoy me tiene aquí, dispuesta y comprometida a seguir descubriendo eso infinito que habita dentro de mí y de otros.
Vivir trasformación, no va de ser superior a alguien o de tener todas las respuestas como un gurú. ¡Para nada!
En mi caso cada vez que tengo la oportunidad de compartir sala con otros humanos, siento más compasión de mí, de mi ego.
Hoy puedo mirarlo a los ojos ya sin tanto miedo, lo acepto y escucho lo que tiene para decirme en ese momento, que estoy segura es todavía muchísimo.
Durante este tiempo he reconocido con humildad que soy un ser humano en constante cambio, que la vida simplemente es y por tanto depende de mí el hacerme cargo de lo que sucede en mi mente, cómo me relaciono con mi palabra, mis promesas, mi urgencia de vida, mis emociones, mis creencias y con mis amistades o vínculos.
Tengo muy claro la dualidad del ser humano y que existe para que cada persona crezca en amor a su manera, desde su trinchera y desde donde elige crear.
Sin embargo, tenerlo claro no es suficiente, porque el ego es astuto y se disfraza en cualquier momento.
Por eso elijo en mi vida espacios @caraacaraconmirealidad y personas dispuestas a eso, a salir de lo conocido, a romper su transparencia para alimentar esa certeza interna juntos, a tal punto que la interferencia sea cada vez más bajita o casi nula.
Expansión de consciencia considero que lo es todo; sobre todo porque he aprendido a soltar creencias para reemplazarlas por otras que me funcionen, como dejar la expectativa afuera y así mirar al otro como es, desde la empatía, respetando su tiempo y ritmo.
Pues es la manera de conectar con los que estén dispuestos a crear en esa misma vibra y los que no lo elijan, pues tomarán otro camino.
Entonces si en algún momento volvemos a coincidir. ¡Genial!
También soy consciente de que el ego no es mi enemigo, sino un contrincante, un guardaespaldas y está ahí para apoyarme a crecer en todos mis niveles, en mi mentalidad, en mi certeza interna, emociones, acciones y resultados. ¡Es equipooo!
Y este texto que escribió Santiago Molano (síganlo por aquí), me parece es tremendo y explica muy bien la misión del ego en nuestra vida.
Es como una Oda al ego. ¡Léelo atentamente!
“Hay una parte de mí, de la que, si bien no me siento orgullosa, he aprendido a mirarla a los ojos con firmeza y sin sentir vergüenza, ahí he podido encontrar el origen de todo mi sufrimiento y de todo eso que por tanto tiempo he responsabilizado a los demás.
Una parte de mí que sabe pedir, pero nunca da, una parte que se siente con derecho a todo, pero no cumple nada, una parte que exige reclama, se ofende, culpa, juzga y señala. Una parte adicta a la atención, al halago y al reconocimiento, una parte caprichosa e insegura que pide a gritos a otros lo que no he sabido darme.
Hay una parte de mí que no sale en mis fotos, pero probablemente sí esta impresa en el recuerdo de lo que muchos han tenido que soportarla. Hay una parte de mí de la que, si bien no me siento orgulloso, también le debo todo lo que he aprendido me ha mostrado lo que en realidad soy.
Hay una parte de mí que me ha mostrado, que tras ella se oculta un remanso de paciencia, valentía, amor y comprensión. Una parte de mí que me ha mostrado que solo es un velo y que detrás de eso es donde vive lo que realmente soy.
Hay una parte de mí que también está en vos y que, si se atraviesa, nos permite comprender de donde viene ese concepto de que “somos hijos de Dios”.
¡Un reconocimiento para el ego, que hasta ahora me ha enseñado tanto!
La libertad, desde una consciencia en expansión implica responsabilidad, pues significa que con libre albedrío alcanzo lo mejor de mí, todos los días porque al final es un despertar diario.
Hoy puedo decir que mis creencias están tan firmes y alineadas, que en vez de “seguridad”, me generan paz y plenitud.
Y eso significa ¡LIBERTAAAD!
De eso se trata todo, de quitar el ruido de afuera para sincronizarme en frecuencia y energía.
Entonces poder fluir ante cada momento de vida.
Gracias @caraacaraconmirealidad por el espacio increíble y la experiencia humana de vernos, sentirnos y crecer juntos.
Ahora sin libreto ni armadura, puedo decir que ¡Suelto todo lo que no le suma a mi visión y lo transformo en oro!
Porque así de poderosa soy.
