Estos últimos meses vengo muy fuerte y profundo con un tema que ha sido, como un hueso duro de roer para mí.

-El ser suficiente-

Desde que decidí entrar al mundo de la transformación para conocerme y crear cosas diferentes para mí, este ha sido el tema crack.

Creo que es un tema de nunca acabar, pero que vale la pena porque desde ahí, todo se maneja mejor, haciendo la vida más ligera y disfrutable, pase lo que pase.

El ser humano es toda una caja de sorpresas, chéveres y no tanto.

Por ejemplo, es difícil para éste evitar la comparación.

Entonces mi tema es que, cuando miro para afuera y me comparo, se supone que debería tener cosas, debería haber consolidado ciclos sociales y también debería tener ya un status de gente realizada y exitosa.

La verdad nada de eso hay.

Y cuando me distraigo, eso me genera frustración….

Entonces ahí viene la pregunta temerosa: ¿A qué me aferro?

¿No soy suficiente conmigo?

Confieso que entender y sentirme suficiente ante mi propia mirada, ha sido como mi talón de Aquiles, todo un desafío, lleno de dudas, preguntas, expectativas.

¡Claro cómo no! Si mi ejemplo más claro y cercano que son mis papás a mi edad ya tenían todo montado y consolidado; eran una pareja amorosa - de eso no hay duda y lo confirmo-, tenían casa propia, salario fijo, un par de hijazos.

¡Todo el check list!

¡Todo por construir!

Entonces es ahí cuando me cuestiono, sobre si son elecciones para obtener tranquilidad o fue el deber ser, que después se convirtió en resignación.

Y me pregunto si ¿La vida que vivo ahora es el resultado de mis elecciones o de lo que me asusta?

Después de mirar hacia adentro con valor y humildad, creo que el sanar para hacerme cargo de mi vida, desde otra mirada libre, no me hace estar tarde o sentirme mediocre, sino que me abre un espectro de posibilidad para reformular y reestablecer nuevas visiones de éxito, de metas, de objetivos y de nuevas formas de vivir, según lo que me hace bien a mí.

Entonces ¿Realmente debo aferrarme a algo?

¿Qué tal si nací para salir de la caja, para explorar, experimentar y romper algunas reglas, con la libertad de correr riesgos por el simple hecho de experimentar y de sentir la adrenalina de la incertidumbre?

Libertad, a cambio de toda esa aparente seguridad -que yo compré en su momento-, para viajar más ligera y con un mensaje por compartir.

Y desde esa conversación de posibilidad puedo ir a una pregunta muy poderosa:

¿Qué quiere ver el mundo a través de mí?

Es una pregunta que necesitamos hacérnosla periódicamente, no desde el narcicismo impulsada por el ego, sino como una consulta para estar presentes, conscientes, dispuestos para servir a algo más grande que lo familiar, lo conocido y lo cómodo.

El mirar afuera por tanto tiempo, me ha generado el postergar, abandonar o no tomar acción nunca en algo que me interesó y dejé a medias o que ni siquiera me atreví.

Y no pienso volver a perderme ahí.

Sé que siempre va a estar la duda acechándome porque es parte del juego, es mi ego haciéndose notar y recordándome mi mortalidad y vulnerabilidad.

Así que siempre es adentro, conmigo y no afuera.

Hoy tengo clarísimo que mi competencia más feroz está dentro de mí y se traducen en los momentos de duda, de excusas y de distracciones que permito en el día a día.

También son las creencias que no cuestiono, para que entre nuevo conocimiento, es la creatividad que ignoro.

El sentirme capaz, merecedora, segura, donde mi mirada sea suficiente, dependerá de mí, de donde pongo mi atención, de mantenerme en movimiento, en presencia y creatividad, alimentando mi sueño todos los días por algo más grande que yo misma.

¿Qué me mueve el alma?

Hace poco estaba pensando sobre el running, sobre cuando empecé, lo que me hizo conectar así.

Recuerdo que desde pequeña amaba los deportes, sobre todo los de conjunto, pues me sentía líder desde ahí, como pez en el agua, con propiedad.

Además, era habilidosa, buena compañera, contundente. ¡Tenía todo el Kit!

Hasta que me hice grande y ya fue más difícil crear esos momentos en equipo, pues cada quien fue eligiendo su rumbo y prioridades.

Así que no tuve más remedio que elegir algo que solo dependiera de mí, que siempre estuviera conmigo, de él para mí y al revés.

Desde ahí empecé a crear una relación bidireccional sana, donde todos mis planes y horarios se organizaron entorno a él.

Algunas veces no quería ni verlo, pero él siempre estuvo para mí, lloviera, tronara o relampagueara.

Así fue como empecé a conocerme mejor, para desarrollar mi más íntimo amor y a aclarar mis aguas, para ser mi mejor amiga y poder compartirme con otros.

Porque como dicen en la serie “Mi otra yo”:

"Si no puedes aclarar tus aguas, ¿Cómo vas a aclarar las de otros? "

Y a eso le sumo, que no puedes ofrecer una amistad genuina y real a alguien, si no eres tú una gran compañía para ti.

La cosa es que es un trabajo para toda la vida, el conocerte, acompañarte y valorarte 24/7.

Pero vale la pena para ti y toda la gente que amas y te rodea. ¡Segurísimo!

Por ejemplo, tengo planeado correr 21 km a un ritmo de 5.30" el próximo fin de semana.

Y en equipo sería lo ideal porque soy de las que piensa que, en equipo llegas más lejos.

Sin embargo, si Jaime finalmente no pudiera ir a entrenar conmigo, por cualquier motivo.

¿Qué amigo haría eso por mí?

¡Solo Yo! y ni me lo pensaría dos veces.

No hay manera de inventarme excusas para no hacerlo.

¿Qué sigue con Runners Quánticos?

El running es un medio para convertirte en tu mejor respaldo y cualquiera podría crearlo así.

Sin embargo, la diferencia la marcas en la disciplina y en la motivación que te encienden para levantarte temprano, cuando estás cansado y llueve afuera.

Ahí es donde ocurre la magia y la transformación.

Ahí es cuando el running se convierte en ese amigo de mil batallas.

Ese amigo que entendió el valor del tiempo, la importancia de un corazón sano, el placer de una dieta sana, la inversión en unos zapatos cómodos, en vez de una cama en un hospital, la sensación de vida que da el viento en la cara y el sol en la espalda, la tranquilidad del sonido de los árboles, los momentos de vitalidad que puedes vivir en esa experiencia como tal.

“Algunas cosas serán extraordinarias y otras cosas serán terrible y eso es lo que lo hace mágico.”

RQ es mi espacio sagrado, donde me expreso y me comparto no solo como apasionada de este deporte, sino como humana.

No es un capricho sino un sentir, que nació para impactar vidas, pero que no ha tenido mi consistencia para ver la luz.

Ahora elijo creer que sigo teniendo los super poderes que me vieron crecer y que solo hace falta echarle la mano, una mirada y practicarlos.

Decido sin duda, clavarme es esta pasión RQ y hacer que suceda la magia.

RQ re-viveee  ¡Que emoción!

"Quizás todos los dragones de nuestras vidas sean princesas que sólo esperan vernos actuar, sólo una vez, con belleza y valentía. Quizás todo lo que nos asusta sea, en su esencia más profunda, algo indefenso que quiere nuestro amor." Rainer Maria Rilke

Ser suficiente ¿Para quién o para qué?

Para mí, ya está.

Perseguirme a mí misma, para convertirme en la versión más saludable, más feliz, más sanada, más presente, más segura de mí misma.

Se vienen 3 meses de movimiento, impacto y creación aquí y ahora.

¡Nos vemos en el camino RQ!

Todo es arte. La forma en que te ríes. Tu sonrisa. Tu guardarropa. La forma en que decoras tu hogar. La forma en que bailas. Tu energía. Tu colección de libros y tu forma de escribir. Tus listas de reproducción. Tus listas de compras. Tus amistades. Todo es arte. Toda tu vida es arte.