Ese lugar en el que no importa quién seas ni de donde vengas.

Lo que importa es la versión mejorada que vas a crear durante el camino; compartiendo con personas de otras culturas, disfrutando los paisajes y encontrando tesoros en tu interior. ¡Esa es la magia del camino!

Recuerdo este viaje como si hubiera sido ayer.

Fue semanas antes de volver a Colombia 2017 y la verdad tenía mucho miedo e incertidumbre de la vida nueva al regresar a casa.

Entonces nada, me armé de valor y puse mi última apuesta en este viaje extraordinario junto a Tym mi dragón.

Peregrinar durante 10 días hasta llegar al fin del mundo Finisterra junto a Tym para entender que él es mi amigo y siempre estará ahí, solo debo escucharlo, no resistirlo ni ignorarlo. 

Si no sabes muy bien de lo que estoy hablando te explico un poco de qué trata El Camino de Santiago, que seguro lo vas a querer hacer algún día cercano.

Es una ruta de peregrinación cristiana de origen medieval que tiene como destino la tumba de Santiago Mayor (apóstol), que queda en la catedral de Santiago de Compostela (Galicia- España).

Lo interesante es que existen muchas rutas para llegar a este punto; puedes arrancar desde Francia, desde Portugal o desde ciertos puntos de España y lo mejor es que hay rutas diseñadas ya sea para ir a pie, en caballo o en bicicleta.

Me refiero es que hay señalización durante la mayoría del camino, dónde las personas que viven por ahí saben y reconocen a turistas o citadinos que han elegido recorrer paisajes hermosos y llenos de historia.

Realmente es un camino espiritual, sembrado de numerosas manifestaciones de fervor, de arrepentimiento, de hospitalidad, arte y de cultura, que nos habla mucho de todo lo que engloba el viejo continente.

Al final cada persona va con su deseo muy personal y busca durante el camino encontrar algo muy íntimo que le permita tomar decisiones con propósito.

"Cuando aceptas la incertidumbre, amar la vida es natural. Y tu certeza la encuentras en lo más profundo dentro de ti, no afuera." Sofitness

Para mí el objetivo principal del viaje es liberarte un poco o mucho de todo eso que te pesa en la mochila y no te deja avanzar con claridad y fluidez.

Entonces vas sin prisa, disfrutando del presente, disfrutando de cada cosa y de cada persona, te liberas no solo de cosas externas como ropa, ropa, ropa y más ropa, sino de prejuicios, miedos, dudas.

Precisamente para darnos cuentas que la vida es más simple de lo que parece y que estamos desaprovechando el tiempo tan preciado que tenemos, enfocándonos más en lo que "nos falta" que aprovechando y apreciando lo que tenemos en el momento presente.

Esa es la magia del camino, darte cuenta que la vida es un constante proceso de desapego.

Y si no estamos despiertos el ego nos arropa y nos aleja del amor genuino y de la oportunidad de ser nuestra mejor versión.

Definitivamente ese viaje fue testigo del nacimiento de una nueva versión de Sofitness pues fue en ese lugar, donde la armadura empezó a desprenderse, durante esos 10 días de mochila al hombro.

En los viajes he logrado volver a mi esencia porque los nuevos lugares me abren la mente para conocer nuevas culturas, para romper paradigmas y volver a casa con una mochila llena de posibilidades que me recuerdan que vine a este mundo a coleccionar momentos, no cosas porque solo se vive una vez.

"Muere lentamente quien no viaja, quien no lee, quien no escucha, quien no halla encanto en sí mismo." Pablo Neruda