Me encuentro en un momento épico, crucial y privilegiado, porque empiezo a juzgarme menos y a entenderme más y así mismo con las personas.
El camino de peregrinar dentro de mi de manera profunda y sincera, ha sido todo un camino de altas y bajas, de soltar, apostar, perder y aprender.
Y sobre todo de andar sin brújula, donde mi única guía es mi consciencia -es el trabajo diario-, ya no tanto mi ego, ni la opinión de alguien, sino de mi ser tomando las riendas de la yincana de la vida.
Recuerdo desde pequeña ser muy independiente conmigo, mis cosas; por ejemplo disfrutar de mi compañía; escuchando música, corriendo, escribiendo, dando una vuelta por ahí, en fin perdida en mis pasiones.
Algo más bien “raro”.

Y así crecí, con ese complejo de “rareza" que me vendieron y que yo misma compré y etiqueté sin cuestionar.
Con el pasar del tiempo, entendí que no era algo extraño, sino que se trataba de amor propio y cómo lo proyectaba en los demás y ellos a mi.
Entonces el verdadero despertar llegó cuando entendí que mi tiempo es valioso porque la vida es finita, con fecha de caducidad.
Y desde esa consciencia elijo compartirme con alguien, sintiendo esa conexión especial y sin la necesidad de maquillar nada.
Porque cuando alguien sabe que tu tiempo es valioso para ti y decides compartirlo con alguien y esa persona decide compartirlo contigo, valoras mucho más el espacio; la energía es diferente, el momento es memorable y todos ganan.
Autoconocimiento: ¡Un ticket de alta velocidad sin retorno!
El conocerte profundamente y reconocerte es vital en el proceso de cualquier ser humano, pues tengo muy claro que cuando hay amor propio, puedes ser alguien sincero, que sabe decir las cosas, poner límites y elegirse sin temor a ser señalado, juzgado, rechazado.
También significa reconocer esa sombra, ese dragón, ese tikún, saber qué hace parte de ti, de tu existencia y que está ahí con el propósito de trabajarte y empujarte todos los días a una mejor vida; más plena, liviana y llevadera.
Sin embargo, esto no es tan sencillo, no va de solo palabras, se requiere de valentía, práctica, paciencia, prueba y error, un día a la vez.
Pues cuando llegan los desafíos, momentos incómodos y no tan chéveres, es cuando sale lo mejor o peor de ti, tu luz o dragón en su máxima expresión.
¡Y es ahí donde te conoces, sin cartas ocultas!

Y precisamente este post nace de algo personal, de un momento oscuro, pero de oportunidad porque elijo verlo así. Estas últimas semanas han sido llenas de retos, cuestionamientos, dudas, miedos.
Sin embargo, como sé que ese es el default de la vida -entropía- entonces yo la manejo, disminuyéndola adentro de mí, porque de afuera no tengo el control; saco mis herramientas y me aferro a mi alma, a mi grandeza.
Es decir a mis esfuerzos, disciplina, mi fuego, lealtad y a las noches oscuras de frustración, donde me levanté, sin que nadie me viera.
¡Y ahora me levanto mejor!
Conexión con el presente & conexión con lo mágico
Cualquier momento que te hace parar de manera consciente y reflexionar sobre tu vida, pienso que es un regalo, pues te conectas con el presente y es desde la gratitud, donde accedes a tu poder.
Hoy soy consciente de que elegí estar aquí donde estoy; a través de mi vida he tomado infinitas decisiones de manera consciente y otras no tanto, pero que al final de cuentas, me hacen ser quien soy hoy.
¡Decido disfrutarlo, abrazarlo y agradecerlo!

Últimamente no pido mucho, más bien agradezco cada persona, situación o momento que llega a mi vida, pues cuando lo hago todo se transforma en abundancia y el camino brilla.
Para mí el agradecimiento es la palanca que oprimes y te conecta con el presente para estar en armonía con la dualidad.
¡Es mi religión!
Y como el cerebro es el músculo más poderoso – construye una mente tan fuerte como la maratón- yo creo mi propia realidad aquí y ahora.
Soy maga de mi realidad, soy inventora y responsable de mi felicidad.
Desde ahí juego, me divierto, conecto, recalibro y me reinvento en los momentos desafiantes.
¿Cuáles son esas cosas, momentos, experiencias que te dan placer, vida y sobre todo tranquilidad?
Saca un lápiz y escribe esas 10 cosas que te encanta hacer.
Comienzo yo:
- Tomar una cerveza bien helada, preferiblemente junto a alguien.
- Practicar running, preferiblemente en la naturaleza.
- Escribir random y crear historias, preferiblemente para el blog Entrenando a mi dragón.
- Leer un libro en físico, que pueda subrayar, rayar y preferiblemente sobre temas filosóficos, existencialistas, del ser, de la aventura y el amor.
- Escuchar historias de otros, sobre sus dramas, historias románticas, planes a futuro, preferiblemente en persona -face to face-.
- Estar conmigo...disfrutar de mi soledad.
- Tomar unos vinos o un café con mis personas favoritas -papá, hermano, tía- y hablar de nuestras derrotas, triunfos, planes a futuro, entre otros.
- Aprender algo nuevo, en lugares nuevos con personas nuevas y diferentes -poder intercambiar creencias con otros humanos-.
- Crear detalles para la gente que me rodea; manualidades (pintar, colorear), kits, y regalos, escritos de mi puño y letra.
- Ir de camping/playa en tribuuu a explorar un fin de semana, sin wifi, sin brújula, sin mapa.
¡Tiempo de Mudarme de Vida!
Es tiempo de mudarme de vida, de cambiar de piel y elegirme valiente, segura, implacable.
He entendido y aprendido que, en esta vida, perdemos más por miedo, que por lanzarnos a lo desconocido, pero que nos emociona.
Así que... ¡Huye de la zona cómoda!
Apuéstalo todo por algo o alguien que amas, aunque después duela, pues vivir a medias es sobrevivir, es desperdiciar la vida y quedarte con las ganas y peor aún irte de la vida, sin conocer tu máxima grandeza.

Hoy te confieso que me emociona lo desconocido, lo incierto, lo impredecible.
Ya no cargo mi maleta llena de expectativas y por eso me siento libre y lista para un juego TOP.
Elijo ir por esa mejor versión, pagando los precios necesarios, antes de quedarme a medias.
Ser un Runner Quántico no va tanto de resistencia sino de valentía, de atreverte a ir a lo más profundo de ti, conocerte en soledad, en ansiedad y desesperación, en esos momentos desafiantes.
Por ejemplo en el km 35 de la maratón, donde no hay nadie más, eres tú vs tú, tú contra tus miedos o tú siendo aliado de ellos.
¡Ahí está lo interesante y desafiante del recorrido, porque al final es lo que nos lleva a lo próximo! ¿No?

Y aquí un mantra, una plegaria, un grito de júbilo, como lo quieras llamar -de mí para mí y de mí para ti-:
Ponte en riesgo, atrévete, cree en ti y vibra en amor. Créetela, aunque no sea una verdad absoluta ante los ojos de los demás. Escoge tu difícil, porque así no lo hagas igual vas a pagar precios. Entonces mejor pagarlos haciendo lo que amas. ¿no? Ríndete y confía en la vida. Acaba con la duda, porque nada es seguro y tú tienes el poder de crear tu realidad.
Próxima parada: ¡Media Maratón de Cali!
¿Ya estás listo/a RQ para tus mejores 21km de puraaaa vida?
¿Listo/a para conocerte y reconocerte en soledad en los momentos más críticos del recorrido?
¡A disfrutar cada paso en el asfalto y nos vemos en la meta! Ohh yeah.